El PIB de la Eurozona registró un crecimiento de 0.4% t/t durante el primer trimestre de 2018, en línea con las expectativas del mercado. En términos anuales, la actividad económica de la Eurozona mostró una moderación en su ritmo de crecimiento y registró una variación de 2.5%, inferior al 2.8% observado el trimestre anterior. Por su parte, el PIB de Alemania se desaceleró más de lo esperado y creció 2.3%, levemente inferior a las expectativas del mercado (2.4%). Este resultado podría estar explicado por la reducción del gasto del gobierno y de las exportaciones netas. La confirmación de una fuerte desaceleración de la actividad económica, más allá de factores temporales como el clima, es una preocupación adicional para el BCE con lo que podría extender su programa de compra de activos más allá de septiembre si no se observa un repunte en el crecimiento durante los próximos meses. La producción industrial en la región registró una significativa recuperación en marzo y pasó de contraerse 0.9% m/m en febrero a crecer 0.5% m/m, no obstante, este resultado decepcionó y se mantuvo inferior a las expectativas del mercado. Así, en términos anuales la industria se expandió en un 3% en respuesta a una mejor dinámica en la producción de energía y bienes de capital, a pesar de una desaceleración en la producción de bienes intermedios. Estos resultados no han permitido estabilidad en la moneda común que sigue debilitándose hasta el nivel de 1.185 un nivel que no veíamos desde finales de 2017.
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